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Buenos hábitosDesarrollo y Crecimiento

LAS PREGUNTAS MÁS FRECUENTES SOBRE EL PORTEO DEL BEBÉ

Recientemente, en Occidente, se está recuperando la cultura del porteo, ya sea para momentos puntuales dentro de casa, o cuando salen de paseo.

Lo cierto, es que el porteo permite ese contacto físico del bebé con sus padres, con ello, les hace estar mas tranquilos, pues les proporciona seguridad además de permitirle a los padres tener las manos libres para desplazarse con más libertad sin desatender al bebé.

 

¿Es bueno el portear a mi bebé?

El porteo ofrece una cantidad de  beneficios tanto para el bebé, como para el porteador.

 

Comenzaremos con los beneficios para el bebé:

Aumento del contacto físico con el cuidador: potencia el apego y los padres aprenden a reconocer precozmente las señales del bebé y sus necesidades.

-El bebé al sentirse en contacto llorará menos.

Mejora la calidad del sueño del bebé.

Favorece la lactancia materna. Pues aumenta la producción y fomenta la lactancia a demanda.

-El porteo le genera al bebé  mayor bienestar físico, pues mejora la regulación de temperatura, optimiza su consumo de oxígeno, alivia su reflujo gastroesofágico fisiológico, favorece la expulsión de gases y deposiciones y  mejora el desarrollo del equilibrio.

En los bebés prematuros, les mejora el desarrollo físico, emocional e intelectual.

 

Beneficios al porteador:

 Aumenta la autonomía y su movilidad, pues tienen los brazos libres a la vez que pueden atender al bebé y se evitan las barreras arquitectónicas ( escaleras, transporte público , etc.).

Disminuye el riesgo de depresión post parto, pues los bebés lloran menos, duermen mejor y la madre se siente más segura.

-El uso de portabebés ergonómicos y  de forma correcta, favorecerá la buena postura y fortalecerá  la musculatura del porteador.

 

¿El bebé porteado tendrá dolores en su espalda?

Pues no, más bien favorecerá el desarrollo de su espalda, ya que mejora el tono muscular y la curvatura fisiológica de su columna.

Además, si está colocado en la postura correcta, con sus piernas abiertas en forma de «M», se protegerá el desarrollo de sus caderas y les prevendrá de la displásia.

También previene la plaguiocefália postural (deformidad de la cabeza por apoyo en un mismo lado).

 

¿Desde cuándo y hasta cuándo puedo portear a mi bebé?

Se recomienda portearlos desde muy pequeñitos, esto les permitirá adaptarse con facilidad, además los músculos de la espalda del adulto se irán acostumbrando al incremento paulatino del peso del bebé.

Los portabebés, resultan especialmente peligrosos si se usan en caso de niños menores de 4 meses, gemelos, prematuros de bajo peso o niños con infecciones respiratorias.

 

¿Hasta cuando?, no hay límite de edad o de peso,  todo depende de las necesidades del niño y del adulto.

Lo único importante en cada edad, es que el portabebé sea ergonómico, lo que significa que respeta la fisiología postural tanto del bebé como del adulto.

 

¿Cómo saber que es un portabebé ergonómico? 

Para ello tiene que respetar ciertas características:

-Tiene que ser cómodo para el porteador y no generarle dolor de espalda.

La tela tiene que estar sobre los hombros y el peso no debe recaer sobre el cuello ni sobre los brazos del porteador.

El bebé tiene que estar bien sujeto, tener buen apoyo de espalda, la cual tiene que estar flexionada haciendo forma de “C”.

La barriga del bebé debe quedar en contacto con el cuerpo del adulto, no llevarlos con la cara mirando al frente. En los bebés mayores, hay posturas a la cadera o a la espalda del porteador que permiten mayor visibilidad respetando la fisiología de la espalda del bebé.

– Las piernas tienen que quedar abiertas, como una ranita, con las rodillas más altas que las nalgas, en forma de “M”.

-Importante que la cara del bebé siempre esté libre y evitar que el cuello esté flexionado.

-Que el bebé esté a una altura en la que puedas ver su cara y besarlo con solo bajar tu cabeza.

 

 

¿Si porteo a mi bebé, lo voy a acostumbrar  a estar siempre en brazos?

Los bebés tienen necesidad de contacto con sus padres, unos más que otros, y precisamente el portabebé ayuda a satisfacer esa necesidad, facilitando las tareas cotidianas del cuidador.

Un bebé satisfecho adquiere progresivamente seguridad y autonomía, e irá necesitando cada vez menos contacto físico.

Así que los bebés no se acostumbran a los brazos ,¡¡¡LOS NECESITAN!!.

 

 

 

 

 

 

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