En los últimos años las recomendaciones sobre la Alimentación
Complementaria (AC) han cambiado numerosas veces, pues no existen bases
científicas para recomendar un esquema único ni rígido en el orden de la
introducción de los diferentes alimentos, además que pueden variar de
cierto modo en función de las necesidades de cada niño y los hábitos
alimentarios de cada familia.
Mi interés ha sido resumir de forma sencilla y práctica toda la información
actualizada al respecto.
La Leche Materna es sin lugar a dudas el mejor alimento para tu bebé, le
proporcionará todos los nutrientes que necesita desde su nacimiento hasta
los 6 meses, a partir de esta edad se recomienda continuar amamantándolo
junto con la introducción de nuevos alimentos saludables hasta por lo menos
los 2 años o más, si la madre lo desea.
La alimentación complementaria (AC) consiste en introducir alimentos
sólidos o líquidos distintos a la leche materna o a la fórmula infantil. Al
inicio serán como COMPLEMENTO y NO como sustituto de esta, con el
pasar de los meses tu bebé ira comiendo mayor cantidad y variedad de
alimentos en que la lactancia pasará a ser el postre de sus comidas.
Es por eso que cuando inicies la AC debes ofrecerle siempre primero el
pecho, para asegurarte una ingesta mínima adecuada de leche al día y el
mantenimiento de su producción.
El Número de comidas diarias:
Estas aumentarán de forma paulatina según su edad:
Entre los 6 a 8 meses de edad: pueden recibir de 2 a 3 comidas diarias
(merienda y cena; o comida, merienda y cena).
A partir de los 9 meses: pueden recibir de 3 a 4 comidas diarias junto con
algún aperitivo (pan, fruta 1 a 2 veces al día).
La introducción de los alimentos debes realizarla gradualmente de un
alimento de cada grupo (cereales, frutas, verduras, legumbres, carnes,
lácteos ,pescados) sin importar el orden de su introducción y a intervalos
de 3 a 5 días , para que te permita detectar una posible intolerancia o
alergia alimentaria. Para ello, vigila si tras un nuevo alimento tu bebé
presenta rojeces en la piel de la cara o alrededor de la boca, inflamación de
párpados o labios, dolor abdominal, diarreas o vómitos.
La consistencia de los alimentos: al inicio, ofrécele triturados o purés
finos con cuchara, y a partir de los 8 meses, ofrécelos chafados con el
tenedor, semisólidos o, si quieres, algunos sólidos suaves pero en trozos
grandes para que los puedan coger con sus propias manos y según las
habilidades de cada bebé.
A partir de los 12 meses ya pueden alimentarse de la dieta familiar,
siempre que sea equilibrada y variada con pequeñas adaptaciones a sus
habilidades motoras ( picaditas ) aumentado gradualmente la consistencia y
la variedad de los alimentos .
Otras recomendaciones:
–Quédate siempre con tu bebé mientras esté comiendo.
-No le pongas galletas, bizcochos o cereales u otros alimentos al biberón.
-Si tu niño en un momento determinado no quiere comer (sobre todo si está
enfermo) no se le debe forzar. Asegúrate en estos casos que esté bien
hidratado y volver a ofrecerle alimentos más adelante.
-Si tu bebé rechaza un alimento repetidamente, sustitúyelo por otro del
mismo grupo alimentario y vuelve a ofrecerle el anterior, pasadas unas
semanas.
-Haz de las comidas un momento agradable y de reunión familiar.
–No utilices los alimentos como premios o castigos, ni como consuelo o
chantaje.
–No prefijes una cantidad de comida que se “tiene que tomar”. La cantidad es
variable de unos niños a otros y según las circunstancias.
Los padres deciden dónde, cuándo y qué come el niño. El niño decide cuanto come. Obligar o coaccionar a un niño para que coma, aumenta la insatisfacción familiar y el riesgo de problemas con la comida a corto y largo plazo.
Redactado por: Dra. Cristina Cordeiro Costa.
Pediatra –Puericultura.
Información adquirida:
-Programa Salud Infantil Asociación Española de
Pediatría de Atención Primaria.
-Comité de Nutrición de la Asociación Española de
Pediatría.
-Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición.