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Alimentación

POR NO DAR PECHO… ¡NO ERES MENOS MADRE!

Hace pocos días una futura madre primeriza acudió a consulta, me intrigaba saber…  ¿Cuál sería el motivo de venir al pediatra, si aún no había nacido su bebé?

 

Simplemente vino por saber cuál era mi opinión como pediatra, en vista de que se planteaba NO dar lactancia materna a su bebé cuando naciera.

 

Se sentía confusa y culpable por tan solo pensarlo, porque cuando lo comentaba con amigas o familiares, escuchaba un sin fin de comentarios como:

– “¿Será posible que no le vayas a dar pecho?”

– “¡Estás siendo egoísta por no pensar en tu bebé!”.

– “Cuando eres madre, dejas de pensar en ti y tienes que pensar solo por el bebé”

 

En fin, todos los comentarios le juzgaban y ninguno le apoyaba en su decisión, tenía en su cabeza un motón de pensamientos que solo le atormentaban y le hacían sentirse culpable y mala madre por no desear dar lactancia materna.

 

Soy mujer, madre, esposa y pediatra, así, en ese orden, como lo podéis ver … Estoy en pro de la lactancia materna, asesoro y acompaño a todas las madres que desean dar pecho y me encanta ver como cada vez hay más y más madres que tienen el deseo de dar lactancia como primera opción.

Pero de la misma manera, también respeto y cuido a todas las madres que alimentan a sus bebés con biberones.

Veo de cerca muchas madres que, por diversos motivos, enfermedad, estrés, madres solteras, dificultad de conciliación familiar con el trabajo o sencillamente porque no han podido o no han querido dar pecho, llegan a cargar una loza de culpabilidad tan grande sobre sus cabezas por sentirse juzgadas de ser malas madres por no lo logarlo.

 

¡La mujer tiene que ser libre de decidir, desearlo y sentirse bien con ella! Pues en sí la lactancia materna es muy sacrificada, sobre todo en el primer mes de vida, el cual, es un periodo de mucha adaptación para esos nuevos papás y mamás, donde ya no hay horarios de sueño, ni libertad de movimiento. Tras ello, muchas madres debido al cansancio, a sus cambios hormonales y físicos, además de la alta demanda de sus bebés, llegan a sufrir depresión post- parto y es cuando muchas veces la lactancia materna fracasa.

 

 ¡No juzguemos! Pues detrás de cada madre hay una historia…

 

¡La lactancia materna, no consiste solo en poder hacerla, es también quererla!

Toda madre es libre de decidir si desea o no dar pecho, y el hecho de dar biberón, no es para nada un fracaso ni una mala opción, como tampoco por ello son menos madres.

 

¡Así que fuera sentimientos de frustración, fracaso, culpabilidad o sensación de malas madres!

 

Lo más importante tu bebé necesita, es  que lo abraces, que lo mires, que lo cuides y lo protejas, independientemente de cómo lo alimentes, pues dándole biberón también creas el vínculo y el apego.

 

 

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