Cuando a los bebés les toca el inicio de su alimentación complementaria, es habitual que sus padres y madres, sobretodo los primerizos, pongan caras de asombro y a la vez de preocupación por si llegan a hacerlo mal o a darles algún alimento no apto para ellos.
Siempre trato de tranquilizarlos explicándoles que es más fácil de lo que parece, que es mejor recordar lo que NO deben darles a probar según su edad, y que todo lo que ya pueden ir probando se haga a partir de la simple regla de introducir un solo alimento a la vez durante 1 a 2 días para comprobar su tolerancia.
Así que aquí os resumo lo que NO está recomendado consumir con respecto a su edad.
Niños menores de 12 meses NO deben tomar:
–Azúcares o edulcorantes: siropes, jarabes, panelas de azúcar, etc.
-Sal, Sopas de polvo, cubitos de concentrados de caldo, conservas, encurtidos.
-Alimentos ultraprocesados.
-Bebidas vegetales.
-Zumos envasados o infusiones.
-Leche cruda, por el riesgo de infecciones por Listeria o Brucelosis. Lo ideal son lácteos pasteurizados.
-Miel
-Algas (alto contenido de yodo)
-Hortalizas de hoja verde: espinacas, acelgas y borraja solo en mayores de 3 años.
Niños menores de 5 años NO deben comer:
-Carne cazada con munición de plomo.
-Alimentos sólidos con riesgo de atragantamientos:
*Frutos secos y semillas enteras.
*Manzana o zanahoria cruda.
*Frutas redondas, lisas y enteras (uvas, olivas, arándanos, cerezas, tomates Cherry).
*Alimentos cortados en forma de moneda (salchichas, embutidos).
*Caramelos duros, chicles o palomitas.
Niños menores de 10 años NO deben comer:
-Pescados grandes, por su alto contenido de mercurio (emperador, pez espada, tiburón, tintoreta, cazón, lucio, atún rojo).