Tras el verano, y cuando la piel esta bronceada, suelen aparecer, sobretodo en niños menores de 12 años y /o con antecedentes de piel atópica, unas manchas como parches más claros que la piel circundante.
Estas manchas suelen ser de formas irregulares con bordes difusos, además varían de tamaño desde 0.5 a 6 cm de diámetro, ubicándose especialmente en las mejillas, cuello y pecho.
¿POR QUÉ SE PRODUCEN?
Su causa es desconocida, pero se relaciona su aparición con aquellos niños que presentan dermatitis atópica, que se han expuesto al sol sin adecuados filtros solares, presentan sequedad de la piel o frecuencia del baño.
A muchos padres les preocupa cuando lo comienzan a notar en sus hijos, pues estas lesiones, pueden confundirse con otras enfermedades como pitiriasis versicolor (micosis en piel) o el vitiligo (pérdida de pigmentación de la piel).
Pero según sus características dermatológicas, tiempo de evolución, análisis con pruebas especiales o su observación directa con una lámpara de luz azul (Lámpara de Wood) se pueden orientar su diagnóstico.
¿CÓMO SE TRATAN?
El tratamiento principal es la hidratación con cremas emolientes durante todo el invierno y primavera, luego en verano, crema con fotoprotector solar +50, y en algunos casos, se pueden combinar con alguna crema de corticoide de baja potencia.
Estas lesiones no generan heridas permanentes en la piel, y su total curación es de manera lenta.