¿QUÉ ES LA FIMOSIS?
Es la incapacidad de retraer la piel (prepucio) que recubre el glande o extremo del pene.
Esta piel o prepucio, protege de infecciones el orificio por donde sale la orina (meato urinario) y el glande, además, mantiene su humedad y sensibilidad.
¿CUAL ES SU EVOLUCIÓN?
Al nacer, es normal que el prepucio y el glande estén fusionados, con lo cual, no se puede descubrir la punta del pene. Esta situación es transitoria, y es a lo que llamamos fimosis fisiológica.
Después, con el crecimiento del pene, las erecciones fisiológicas y el acumulo debajo del prepucio de un sustancia blanca y cremosa que se llama “esmegma”, harán que de forma espontánea, poco a poco, el prepucio se separe y se pueda deslizar sobre el glande.
Este proceso es lento, sin síntomas, a los 3 años el 90% de los prepucios descienden totalmente. El resto se puede completar en su totalidad entre los 5 y 10 años. Solo un 1% de los varones presenta fimosis.
¿QUÉ SITUACIONES PUEDEN APARECER DURANTE EL CRECIMIENTO?
Los llamados quistes del prepucio, que no es más que acumulación de esmegma debajo del prepucio y se observan como unos quistes blancos. Estos quistes prepuciales son completamente benignos y favorecen la separación entre prepucio y glande, por lo tanto no necesitan tratamiento.
Otra situación que llama la atención, es que el niño conforme va creciendo, aumenta la presión en el chorro de su orina y puede generar el globo prepucial, que “infla” la cavidad prepucial como un pequeño globito en la punta del pene. Esta situación es benigna y transitoria. Solo habría que tratarla si tras orinar, se mantiene retención de orina que solo se resuelve con la presión manual.
¿QUÉ DEBEMOS HACER?.
–Mantener una higiene diaria y apropiada de los genitales, hay que lavarlos como el resto del cuerpo con un jabón apropiado para su edad. Esto prevendrá procesos inflamatorios e infecciones.
– Si el prepucio del bebé está adherido, no se debe forzar la retracción, tan solo retraer su piel hasta donde llegue espontáneamente para su higiene de la punta.
–Cambiar a menudo el pañal para evitar irritaciones que generen inflamación y estrechez del prepucio.
-Conforme se separe, deslizar suavemente el prepucio para su higiene diaria.
-Cuando el niño crece alrededor de los 3 a 4 años, enseñarle a retraer el prepucio cuando haga pipí y para lavar el glande a diario.
–No forzar las retracciones “NO TIRONES”. Ya que pueden provocar dolor y lesiones de desgarros que luego cicatrizan y que conllevan a una fimosis patológica.
¿CUÁNDO TRATARLAS?
Cuando el niño de 3 a 4 años persista con la fimosis, está indicado a utilizar una crema de corticoide, enseñándole al niño a retraerse él solo la piel hasta donde llegue la punta y aplicar el corticoide todos los días, en especial por la noche durante 1 mes.
Este tratamiento proporciona elasticidad suficiente para que las retracciones progresivas y suaves resuelvan la estrechez.
El niño a partir de los 3 o 4 años, suele rechazar que le dilaten el prepucio los padres, y son capaces de retraérselo solo. Es la mejor opción, puesto que nunca se hará daño al hacerlo.
Es recomendable que tras las retracciones, se debe dejar de nuevo el prepucio hacia arriba, para evitar la llamada “parafimosis”, que es cuando una retracción con dificultad no se puede revertir y el prepucio queda hacia abajo dando lugar a un anillo prepucial el cual puede actuar como “torniquete”, generando un edema del glande y prepucio. Si esta situación llega a ocurrir, se considera una urgencia.
¿CUÁNDO ESTÁ INDICADA LA CIRUGIA ( CIRCUNCISIÓN)?.
-Cuando la fimosis genera dificultad para orinar, generando un globo prepucial.
-Cuando el niño presenta infecciones urinarias a repetición.
-Cuando ha presentado infecciones en el glande y prepucio a repetición (balanitis).
-Cuando ha presentado parafimosis.
-Cuando el tratamiento con cremas de corticoides locales no ha funcionado a partir de los 4 años.
-En los más mayores, cuando refieren dificultad y/o dolor en la erecciones por no descender el prepucio.
Información recaudada:
Asociación Europea de Urología pediátrica.
Asociación Española de Pediatría.
Actualización 2019- Servicio de Cirugía pediátrica Hospital Miguel Servet- Zaragoza.