A muchos padres les ha pillado por sorpresa que, tras acostar a su hijo con apenas algunos síntomas de catarro o moquitos por la nariz, de repente, en la madrugada, les despierta el niño con una tos de cajón o también conocida como: ¡Tos perruna! y una vez acuden al pediatra, le diagnostican de laringitis.
Os voy a responder las preguntas más habituales referentes a esta enfermedad.
¿Qué es la laringitis?
Es un a inflamación de la laringe que generalmente es causada por un virus.
Varios virus pueden generar el mismo síntoma, es por eso, que se puede repetir más de una vez.
¿Qué síntomas tiene?
Puede comenzar con síntomas de congestión nasal con moquitos, tos y voz ronca hasta llegar a la afonía.
Algunas veces, cuando el niño respira (coge aire), tiene un sonido característico que se llama “estridor laríngeo”.
El niño se encuentra bien durante el día, pero la tos suele empeorar por la noche, apareciendo la conocida “tos perruna” y la dificultad para respirar.
A veces, esta infección puede acompañarse de picos febriles en los primeros días de evolución.
Lo más probable, es que la tos desaparezca en un par de días, y que, en algunos casos, desaparezca la tos tan rápido como comenzó, pero otras veces, los niños siguen tosiendo hasta una semana.
Luego de esos días de tos perruna, suele aparecer una tos blanda y con mocos.
Frecuentemente están inapetentes y no quieren comer por dolor de garganta.
¿Qué podemos hacer en casa para que se sienta mejor?
Si tiene fiebre o dolor de garganta, ofrecedle paracetamol o ibuprofeno en las dosis recomendadas por vuestro pediatra.
Ofrecedle líquidos frescos con frecuencia.
Si comienza a tener el conocido estridor, puede ser útil sacarlo a respirar aire frío en la ventana unos 5 a 10 min. Esto suele pasar más por la noche.
Evite el ambiente seco, la humedad puede mejorar los síntomas.
Vigile la respiración del niño. En algunos casos cuando el estridor es continuo, puede ser motivo de recurrir a urgencias.
Evite vapores de eucalipto, mentol u otros olores fuertes.
Mantenga un ambiente tranquilo y en calma par ayudarle a disminuir los problemas para respirar.
¿Cuándo debo acudir a urgencias?
La mayoría de las laringitis son leves y benignas, no necesitan tratamiento de antibiótico. Es importante que sepan qué síntomas tienen que tomar en cuenta para acudir a urgencias.
Cuando le escuchen ruido al coger el aire (estridor) en todo momento, aunque el niño este tranquilo, debe recurrir a urgencias.
Si le notan que la dificultad para respirar empeora: respira cada vez más de prisa, se le marcan las costillas, mueve mucho el abdomen, se le hunde el pecho o estira el cuello.
Cuando el niño tenga dificultad para tragar o babee mucho.
Si tiene color azulado en cara o labios.
Si esta somnoliento o muy irritable.